Translate

mis experiencias

estrenamos esta sección, y la estrenamos de la mejor forma posible, contandoos las cosas que he vivido en la casa de campo que tenemos en Talavera.

LA APARICIÓN DE TOTO.
 un día vi a un perro abandonado, mi padre me había ido a visitar y quedaban pocos días para mi cumple. Al principio no le hice caso, la verdad que me inspiraba lástima. A la mañana siguiente mi padre se volvió a casa y yo me quedé en Talavera, ya que mi intención era celebrar mi cumpleaños allí. pasaron unos tres días y al fin llegó mi cumpleaños, fue un gran día y montamos una gran fiesta...Hubo un momento en el que estaba un poco estresada porque había mucha gente y salí con mi padre un momento para tranquilizarme, y en ese preciso momento conocí a aquel perrito tan cariñoso y fiel. Me acerqué a él siendo cautelosa, hasta ahora solo lo había visto merodeando en frente de nuestra casa, en una casa abandonada, no sabía como era aquel perro ni como reaccionaría ante mi llamada...pero aquel perro a pesar de ser asustadizo, se acercó a mi con el mismo ímpetu que lo hacía yo. A la mañana siguiente robé cereales del desayuno y se los llevé, el pobre estaba tan hambriento que se lo comió de un bocado, yo le observaba,  lo acariciaba, hablaba con él y también con él jugaba....Y aunque sabía que me acabaría encariñando de él, le puse un nombre: Toto. En cuanto al nombre, apenas me lo pensé, me salió solo. Aquel perro no tenía nada fuera de lo común: no era bonito, ni juguetón y tampoco era un cachorrito...Pero a mi me bastó ver en sus ojos que me necesitaba o al menos así lo sentí yo....Aquel día robé también un bollo y algún filete pequeño...No me sentía bien robando comida pero tampoco me sentía bien dejando que Toto muriera de hambre. Así poco a poco fueron pasando los días y los vecinos se fueron enterando de la existencia de Toto, a la mayoría les disgustaba....Toto cada día me seguía a casa y yo siempre tenía que cerrarle las puertas en sus narices, (Tampoco a mi familia le agradaba Toto) eso sí, siempre que podían me daban sobras para él cuando normalmente se las llevabamos a un vecino. Toto era feliz cuando estaba con él, y yo reconozco que ha sido una de las cosas mas bonitas del verano. Cuando no lo veia gritaba su nombre y rápidamente él acudía. Quedaban dos días para volver y a mi se me partía el corazón de pensar que cuando yo volviera Toto no tendría a nadie que le diera comida....Y os mentiría si os dijera que estoy segura de que eso no va a pasar....Intenté convencer a varios vecinos para que lo adoptarám, ninguno lo quería y cuando iba a renunciar se me ocurrió unas posibles dueñas que podían estar interesadas...hablé con ellas y me dijeron que llevara al perro hasta allí y si se llevaba bien con el otro perro que no tendrían problema en acogerle...pero el verdadero problema no era ese. Toto había sido maltratado, tenía cicatrices en la cabeza, en las patas y mucho miedo a los palos...Fue imposible llevarle lo intenté de todas las formas posibles y tampoco nadie quería ayudarme...aunque aún así las probabilidades de fracaso eran altísimas..La historia de Toto no acaba aquí....finalmente el dia que me iba a ir el dueño de la casa abandonada y sus hijos pasaron a cultivar su huerto el cuál no estaba abandonado...y me dijeron que ellos se ocuparian del perro, que le dejaban que entrara cuando quisiera a su casa y que cuando vinieran le traerían comida...así que aunque no tenga la certeza de que vivirá, si tengo la esperanza, y eso es lo último que se pierde.





No comments:

Post a Comment